LA NO VIOLENCIA
La no violencia es
una ideología política que consiste en la renuncia a recurrir a la agresión, en
sus múltiples manifestaciones y con cualquier finalidad (método de protesta,
práctica de lucha social, o como respuesta a la misma violencia). Se trata de
una opción alternativa que pretende "humanizar" a la sociedad,
apostando y valorando el poder de la vida.
Implicaciones
Hay personas que no
usan la violencia; sin embargo, el concepto de no violencia es mucho más que no
ser violentos: es buscar alternativas para reducir el sufrimiento y el daño
entre los seres vivientes.
La negativa al uso de la violencia no
implica necesariamente cambiar la ideología política. De hecho, muchas personas
no practican personalmente la violencia, pero apoyan opciones políticas o
morales que la promueven o no la excluyen. Precisamente del análisis de estas
limitaciones, surgió la llamada no violencia, porque no es solo la renuncia al
uso personal de la violencia, sino una ideología que representa toda una
propuesta en positivo para entender los conflictos y para transformar la
sociedad. Desde una perspectiva no violenta, los avances históricos de la
Humanidad vendrían de su capacidad de evolucionar cooperativamente, dejando de
reconocer a la violencia y la exclusión como "intrínsecos al ser
humano", y en cambio entenderlas como tendencias promovidas por actores
históricos con intereses determinados que ayudan a crear superestructuras como
el complejo militar-industrial, que en un círculo vicioso empujan la misma
violencia de la que se alimentan. En este sentido, el quid de la cuestión de la
no violencia es la negativa a la organización para la violencia: contra la
creencia convencional, no se pone el acento en la condena a la reacción
personal violenta, sino en la preparación para la violencia. El problema de la
violencia política sería la organización para la violencia: la creación de
ejércitos u organizaciones armadas que absorben tiempo y recursos humanos,
cognitivos, reflexivos, políticos, científicos, materiales (que bastarían
sobradamente para resolver todas las carencias cuya disputa originó el recurso
a la violencia) con consecuencias catastróficas.
La no violencia
también tiene relación con la apariencia: se opone a imponer la ideología y en
cambio propone ganarse su lugar. Muchos movimientos llevan consigo el actuar
con violencia, mientras que otros lo rechazan.
MECANISMOS USADOS POR LA NO VIOLENCIA
·
La potencia de los mecanismos tanto
voluntarios como condicionados de cohesión social. Porque como es toda la
sociedad la que da su consentimiento a una realidad social justa o injusta, su
mantenimiento o transformación dependen en gran medida de la interiorización
del sistema de valores dominante por la ciudadanía.
·
Esto, a la vez que cuestiona los
supuestos básicos de la necesidad de los Cuerpos Armados, plantea la
construcción gradual de una alternativa de seguridad humana frente a la defensa
militar y ofrece a la gente un poder de actuación que convencionalmente le es
negado.
·
La construcción de la figura del
enemigo. La no violencia propugna la distinción entre la persona (poseedora de
derechos inalienables) y el personaje (el rol o función social carente de
intocabilidad). A la vez que defiende la dignidad de todas las personas en
conflicto, defiende el derecho a transgredir las relaciones de subordinación
impuestas.
·
La importancia de la inclusión. A
partir del rechazo de las jerarquías militarizantes, analiza los mecanismos por
los que los individuos son excluidos de la toma de decisiones. Revisa
constantemente la legitimidad del ámbito de decisión y cuestiona las
consecuencias para el grupo de la exclusión de sus miembros incluso mediante
decisiones mayoritarias; replantea el concepto de democracia como una necesidad
más compleja que la dinámica de las votaciones.
·
La legitimidad frente a la legalidad.
Incluso en regímenes conocidos como democracias formales, la no violencia
defiende el derecho a la disidencia. La prueba de la legitimidad no se basa
únicamente en que la finalidad de la propia actuación no es solo el beneficio
propio, sino en el carácter no violento del acto y la asunción de las
consecuencias (de la persecución legal o económica al menoscabo de la propia
integridad).
LA LUCHA SOCIAL
COMPROMETIDA FRENTE A LA PASIVIDAD.
La no violencia no consiste en la
pasividad ante los problemas, sino que consiste en enfrentarse constantemente a
ellos mediante métodos no violentos. Se puede considerar que han existido
procesos de transformación social no violenta desde el inicio de la humanidad:
cabe señalar muy especialmente las huelgas, aunque también se incluyen formas
de actuación política (incluido el voto o la abstención) sin violencia. Por el
contrario, la invención de los ejércitos (la preparación para la violencia
jerarquizada separada de la sociedad) es muy posterior. Sin embargo, las formas
de no violencia que se reconocen a sí mismas como tales —en nuestro moderno
contexto de violencia organizada— afloran, por lo que se refiere a la cultura
occidental, a partir del siglo XIX.
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